23 días entrenando la Resiliencia: Día 22 y 23, Se acabó este Diario
Al fin se acabó esa pesadilla, por fin hoy es el día de irme para Estambul. Sinceramente fueron los 26 días más incómodos que he vivido hasta el momento en este viaje (porque cuando fui a Brasil pasaron cosas peores, si quieres que cuente esa experiencia déjamelo saber, Spoiler Alert: la historia incluye robos, perdida de vuelos, una mujer cleptómana y mitómana y marihuana, todo para que una historia sea lo suficientemente dramática 😂).
Ahora que ya estoy fuera de esa casa y que nunca más en la vida volveré a ver a nadie de esa casa, finalmente puedo hablar abiertamente de todo el resto de lo sucedido. Resulta que hay algo que no les conté porque Susana (la nueva inquilina) ese día que la conocimos me pidió mi Instagram.
Suena de fondo Chan Chan cha chaaaaaan
No pude hacer nada, no tengo una cuenta incógnita 😂 así que le di mi Instagram A TODO RIESGO. En lo que ella me siguió, enseguida yo le di seguir también porque tenía su cuenta privada. Resulta que pasaron 2 días y la muy descarada no me había aceptado 😱. Así que como el hecho de que me siguiera, eso estuvo interfiriendo con el curso de mi historia abierta y real, ¿adivinan que hice? Exacto, elimine mi solicitud de seguirla, porque hay que tener dignidad, y la elimine de mis seguidores 🤭
Porque qué sé yo si a pesar de que no sabe español (dice ella), le da por traducir con solo 2 clic los captions de mis publicaciones o peor aun, traduce el texto de los diarios en el blog. Madre mía, fuese sido una situación incómoda porque quien sabe si además le daba mi usuario a Joe. En fin, rolo de lío. Pero afortunadamente (según yo), nunca se enteraron, igual ya me tiene sin cuidado.
La primicia del rostro directo de Joe
El protagonista de mi historia, el que hizo que en medio de su locura yo encontrara la manera de hacer mis días más llevaderos en ese lugar, antes de irme le pedí una foto para guardarla de recuerdo. Porque al fin y al cabo, mal o bien, al menos me dio material para no aburrirme (ni aburrirlos).
Le dejamos todos los utensilios de cocina que compramos y también le dejamos la comida que quedó. Se despidió muy cálidamente y nos ayudó a llevar la maleta hasta la puerta. La verdad es que a simple vista y lo poco que tratamos, se nota que es una buena persona. Lo que pasa es que es un cochinito 🐷 pero es buena gente 😂
Al menos no resultó ser un Joe (como la serie You), ojalá que no le haga pasar malos ratos a Susana, la nueva. Porque como para no perder la costumbre y dejar un buen recuerdo, Joe volvió a dejar el piso y la cocina llena de aceite, por lo que eché mi última patinada antes de irme xD.
Dándole una última pasada a la ciudad
Ame demasiado el ramen que me comí el domingo, así que no podía irme sin volverlo a comer porque ¿Quien sabe cuando volveré? También compramos un heladito en Baskin Robbins (una heladería famosa en Asia) y comprar algunos souvenirs para algunos amigos. Una ultima repasada al calor infernal xD (que ese si no lo voy a extrañar) y finalmente darle una última paseadita (por este año) a nuestras tiendas de baratijas favoritas.
A mi me gustó Malasia, mi ciudad favorita por siempre será Penang. Infelizmente lo que me estropeó el viaje en Kuala Lumpur fue el hospedaje, pero la ciudad y el país es increíble. Hoy dejo el continente Asiático hasta quien sabe cuando. Estoy nostálgica, siento una fuerte presión en mi pecho, tal vez son ganas de llorar. Pero como siempre, esta es la parte triste de viajar, saber que te vas y no saber cuando volverás.
Pretendo volver, esta no será la última vez. En la próxima vuelta espero poder ir a China 🇨🇳 cuando hayan controlado la situación del virus. Poder hacer el recorrido del Transiberiano y vivirme esa experiencia. Fueron 6 hermosos meses en Asia, y estoy super feliz de que haya podido lograr esta hazaña que comenzó con una idea alocada de una soñadora imparable.
Gracias por acompañarme en estos 23 días, fue muy valioso para mi sentir tu apoyo y tu ánimo del otro lado de la pantalla. En otra situación sé que podré contar contigo.