Salida de Turquía y entrada a España
Si hay algo en lo que debes estar claro si quieres ser viajero de bajo costo como yo, es que cuando compras boletos baratos, en la mayoría de los casos la zona de embarque tiende a ser la más lejos, en el último andén por así decirlo.
Como yo viajo barato, siempre me toca caminar un montón para llegar a la zona de embarque y prácticamente tengo que andar azarada para no llegar tarde. En especial cuando ya tengo experiencia perdiendo vuelos.
Embarque hacia España
Si leyeron el capítulo anterior “La espera, la multa y el bloqueo de entrada a turquía por 5 años”, sabrán que en medio de todo el estrés que tuve, yo estaba todo el rato muriéndome de las ganas de orinar.
Así que luego de pasar finalmente migración sellando la salida de Turquía y de pasar el control de seguridad, iba yo corriendo por el largo pasillo del Duty free.
Luego de caminar como por 12 minutos, finalmente llegamos al área de embarque y para mi sorpresa, estaba FULL. En las sillas de espera no cabía ni un alma.
No había respeto en los protocolos de seguridad sanitaria, eran todos con todos, pegados y amuñuñados. Yo muriéndome del dolor de espalda, los pies reventados por pasar hora y media de pie en el check in y con dolor en la vejiga, me senté en el piso.
Aproveché de terminar de llenar el formulario del QR que te piden para entrar a España, porque necesitaba el número de asiento pero no lo tuve sino hasta que hice Check In.
Para mayor información sobre el QR puedes consultar esta página.
No habían pasado ni 5 minutos cuando la fila se comenzó a mover. Nos apresuramos a mostrar el boleto y con el corazón en la mano ✋🏻 de alivio me di cuenta de lo en la raya que llegué.
Donde mostramos boleto no era en si donde estaba el pasillo corto hacia el avión. Era mas bien la salida donde nos estaba esperando un bus que nos llevaba al avión. Es decir, el avión estaba más lejos de la zona de embarque 😰. Si llegaba unos 15 minutos más tarde, habría perdido el bus y por consiguiente el avión.
Estuve tan preocupada por eso durante el corre corre que a pesar de mis ganas de orinar, no fui capaz de detenerme en ningún baño, el miedo de perder el vuelo era más grande que cualquier otra cosa.
El vuelo y la llegada a España
Ya una vez en el avión, salí corriendo al baño. No solo a orinar, sino también a quitarme un pantalón adicional que cargaba. Tú sabes, por el exceso de peso de la maleta 😂 yo uso esa clase de artimañas.
Como gracias a la novata del check in terminamos haciéndolo bien tarde, nos tocaron los peores puestos que jamás me habían tocado. Siempre me había tocado viajar en ventana o pasillo pero jamás en donde lo hice en esa ocasión.
Estábamos en el medio del medio. Para dibujar la idea en tu cabeza, el avión tenía 3 columnas, 2 laterales de 2 puestos y una central de 4 puestos.
José Miguel y yo estábamos como un florero en los dos puestos del medio de la columna central. Es incómodo para todo en general, dormir, ir al baño, etc. pero con todo y eso, el vuelo fue bueno y la comida deliciosa.
La entrada a España
Siempre me ha parecido un poco extremo el psicoterror que las aerolíneas te hacen sentir antes de hacerte el check in para ir a España. Te hacen preguntas, te piden papeles, y te hacen pensar que estás haciendo algo ilícito, no se, comenten abajo si les ha sucedido o se han sentido así viajando a España.
Esto lo digo porque cuando entramos a España, todo fue tan rápido que ni siquiera nos pidieron la pcr. En España como tal, según mi experiencia, las cosas fueron demasiado relajadas. Incluso, también le pasó a mi cuñado y a unos amigos.
Cuando entramos a migración, nos pidieron que tuviéramos en mano el código QR (que debes llenar antes de entrar a España con los datos de tu vuelo y el motivo de tu visita) y también el pasaporte.
El funcionario que pone el sello de entrada, miró el pasaporte sin hacer tantas preguntas. Solo preguntó el motivo de la entrada y listo, ya estábamos en España. Luego pasamos por un pasillo donde estaba el personal de Salud pidiendo el código QR y verificando que tuviésemos la mascarilla correcta y listo.
No me pidieron el PCR ni prueba de vacunación en España, solo me pidieron el PCR en el Check In en Turquía. Supongo que confian mucho en el protocolo de las aerolineas con la conseción del Check In.
«Bienvenidos a España», fue lo que me dijo la última persona que me verificó mi código QR.
Fue tan rápido que en serio no me lo creía, yo luego de eso seguía buscando si había algún control más que pasar pero no, ya estaba legalmente dentro de España. Retiramos las maletas y listo.
Anécdota rápida porque esto fue random:
Cuando salimos de retirar las maletas, fui al baño para asearme, cepillarme, etc. El baño de mujeres estaba cerrado por lo que yo muy ingeniosamente me dije a mi misma: “mi misma, no te vas a enfermar de cistitis por culpa de eso” y enseguida me fui para el baño de familia.
Cuando empujo la puerta para entrar, se abre pero entonces me pega en toda la cara el olor de que alguien estaba haciendo del dos y en evidencia había una señora sentada en la poceta, hablando por teléfono.
Obviamente con toda la vergüenza del mundo pedí disculpas (aunque fue su culpa por no cerrar la puerta con seguro) y salí de ahí. Me quede con mi cara bien llena de &@)/€:@/&.
Afortunadamente el baño de discapacitados si estaba desocupado y fui rápidamente e hice lo mío pero bro, que desagradable lo anterior 😷 recuerden cerrar las puertas en los baños públicos, se evitan pasar verguenza y hacer pasar verguenza a los demás.
El choque de los precios en España, el contraste con Turquía
Luego de asearnos, ya era hora de almorzar y teníamos hambre. Por suerte nuestro próximo vuelo salía desde el mismo terminal 2 y no tuvimos que salir de ahí.
Nos fuimos a Burguer King que es lo único decente para comer en ese terminal y los ojos se me salieron cuando vi el precio «más barato» de un combo de hamburguesa, pero el resto de la historia te la cuento en el próximo capítulo.
Nos leemos.